La Orden de la Merced, fundada por san Pedro Nolasco en Barcelona, ha tenido varios santos catalanes. Uno de los más populares es san Ramon Nonato (1300 – 1341), que participó en distintas misiones de liberación de cautivos y que todavía hoy es venerado en el santuario mercedario de San Ramón, en la comarca de La Segarra.
Su vida empezó de una forma inusual, porque nació por una cesárea de urgencia a causa de la muerte súbita de su madre. De ahí el apodo de “nonato”. Estudió en la escuela monástica de Poblet y luego entró en los religiosos mercedarios. Como fraile de esta orden estuvo en varias comunidades de toda la Corona de Aragón. Participó en numerosas operaciones de rescate de cristianos encarcelados en el norte de África, y se ofreció como rehén para ser intercambiado por alguno de ellos. Murió en el castillo de Cardona cuando se dirigía a Roma para ser creado cardenal por el Papa. Muy apreciado por el pueblo, alrededor de tumba se levantó el santuario y convento mercedario de San Ramón, y fue canonizado por Urbano VIII en 1628.
(fuente: Catalunya Cristiana 2240, agosto 2022).