Las llaves maestras pueden abrir cualquier puerta. Esta imagen es útil para demostrar que también nosotros tenemos a mano una serie de llaves que nos facilitan la entrada en nuestras relaciones familiares o sociales.
Estas llaves sirven para comunicarnos mediante expresiones de nuestros sentimientos, emociones y todo
tipo de reflexiones que deseemos compartir. Así, pues, expresiones como, por ejemplo: ‘lo siento’, ‘perdóname’, ‘te amo’, ‘gracias’, ‘calma’, ‘compartir’, ‘confianza’, ‘comprensión’, ‘dialogar’, etc.
sirven para salir de uno mismo e ir al encuentro del otro disponiéndonos para los demás. Son expresiones que acercan los corazones y acorta las distancias. La prudencia nos deberá acompañar siempre en el uso de esas llaves maestras, pues habrá ocasiones en que las podremos usar y en otras no servirá con todo el mundo de igual manera; depende del nivel de confianza y de la situación en que estemos.
Cuando digo “lo siento”, favorezco que el otro me acepte, reconocemos los propios errores y abre un
camino hacia la franqueza. Cuando decimos a alguien que le apreciamos, le amamos, le mostramos
cariño nos acercamos mucho y es una forma de franquear puertas. Cuando decimos “perdóname”,
ofrecemos la reparación por algo que hemos hecho y que al otro le ha ofendido o dañado; el perdón
abre los corazones y repara la aflicción por el daño causado. Cuando decimos “gracias”, expresamos
gratitud y es siempre necesario. Una vida con “calma” está lejos de las prisas y las exigencias, de los
nervios y de las ansiedades; vivir en calma es no vivir obsesionados o que las circunstancias nos agobien.
En el “compartir” nos encontramos todos en la misma línea y se caen las barreras que nos puedan separar.